El Gobierno regional, mediante una orden de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, ha modificado el uso de los establecimientos para que puedan ser utilizados como centros de acción social, y prestar así el mismo servicio que se da en una residencia de mayores. Las personas mayores que van a ser trasladadas a estos hoteles son autónomas, son personas no dependientes que pueden valerse por sí mismas y que han dado negativo por COVID-19 en los test.
Para el cuidado y la atención a los mayores en estos establecimientos, la Coordinadora del Tercer Sector será la entidad encargada de aportar el personal necesario para prestar el servicio a los residentes. Habrá una plantilla de 50 personas y personal sanitario propio. En este sentido, la Comunidad de Madrid quiere reconocer la labor de las entidades del tercer sector madrileño porque vuelven a demostrar su compromiso con las personas más vulnerables en la Comunidad de Madrid.
Durante su estancia en ambos recursos, las personas atendidas tendrán garantizadas servicios de gericultura, fisioterapia, apoyo psicosocial, sanitario y farmacológico. Asimismo, se cuidará su alimentación mediante menús elaborados por un nutricionista. Contarán con un servicio de acompañamiento y se facilitará una comunicación diaria con familiares, que dispondrán de toda la información sobre el estado de salud de sus seres queridos.