Con las lluvias de estos días y unas temperaturas ya acordes al otoño, la temporada de setas vuelve a la actualidad. Salir a pasear por el monte en busca de setas es uno de los placeres del otoño cada vez más demandado. Al recreo que supone esta rodeados de brillantes pinares y coloreados helechos, hemos de añadir la emoción de buscar y encontrar setas de lo más variado: níscalos, champiñones, macrolepiotas, boletos, senderuelas, etc.
Tras tres temporadas de baja producción en la Comunidad de Madrid, por culpa de los episodios de sequía y los bruscos cambios de temperatura, el otoño de 2019 empieza tarde pero prometedor. Pero si no sabemos por donde buscar setas, podremos disfrutar de encantadores paseos pero sin ningún resultado micológico.Según Isabel Pérez, guía micológica de Navalmedio Naturaleza, es preferible buscar en montes orientados al norte “aquí se conserva mejor la humedad, especialmente si encontramos tollas dentro del pinar”. Pero ojo, porque a pesar de su inofensivo aspecto, en la Sierra de Guadarrama podemos encontrar setas que podrían causarnos la muerte. “Para aquellos que quieran iniciarse en el conocimiento de las setas –comenta Isabel Pérez- lo mejor es comenzar con salidas guiadas, de esta forma aprenderemos a distinguir especies, a recolectar de forma responsable, a conocer el valor gastronómico o a desmontar falsos mitos y creencias«.
En el entorno del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama podemos encontrar ejemplares apreciados en cocina como el boleto, la seta de pie azul, el champiñón, la macrolepiota, el níscalo o la senderuela. |