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Alrededor de 3.000 personas, según la organización del encierro, han tomado parte en el mismo el día de hoy, fecha en la que se celebra la festividad del Cristo de los Remedios. Siete corredores, dados de alta inmediatamente, han tenido que ser atendidos por causa de las contusiones, fruto de las caídas; y una mujer, de 48 años, navarra, en el tramo de Leopoldo Jimeno con Real Vieja, ha sufrido una cornada envainada en un gemelo, es decir, sin penetración, y ha sido intervenida en el quirófano de la Plaza de Toros.
Desde el comienzo del encierro se ha visto que las reses de Carlos Charro preferían ir arropadas por los cabestros. Ya en la salida de los corrales han buscado el amparo de los mansos y así han continuado hasta el final del recorrido.
Esta circunstancia y la velocidad de la manada, que ha llegado a los chiqueros de la Plaza de Toros `La Tercera´ en un minuto y 48 segundos, ha convertido en un reto el que los corredores pudieses correr en astas. Eduardo Flores, director técnico del encierro, destacaba precisamente el hecho de que “era muy complicado encontrar hueco entre los toros y los cabestros, cosa muy infrecuente en San Sebastián de los Reyes, donde es habitual que la manada se estire y permita a los corredores disfrutar”.